Text description provided by the architects. The Mud House represents an eco-friendly retreat in the heart of a forest, showcasing a profound commitment to environmental consciousness through the use of natural materials, biophilic design, and passive climatology principles. Situated on the outskirts of Mumbai, India, this farmhouse seamlessly integrates with its surroundings, paying homage to the existing flora and fauna. Inspired by organic forms found in nature, the design creates an immersive experience, transporting visitors into a lush outdoor space beneath a natural canopy.
The journey through the Mud House begins in an open courtyard flooded with natural light. Stone pathways lead to interconnected living and dining areas, with each space adorned in earthy colors that contrast beautifully with the greenery. Recycled elements such as glass bottles and wheels add an artistic touch to the environment, while the play of light and shadow adds an ethereal quality to the atmosphere. The four bedrooms, strategically positioned at the forest’s edge, offer stunning views of the surrounding landscape.
In terms of sustainability, the Mud House prioritizes natural light and ventilation, reducing the need for artificial sources. Mud walls and a northward sloping roof minimize heat gain and preserve the ecological balance. The courtyards and passages surrounding existing trees serve as natural light wells, illuminating the space and ensuring proper air circulation. Additionally, low-energy cooling systems and mechanical ventilation techniques derived from local practices maintain a comfortable indoor environment.
The construction of the Mud House reflects a commitment to traditional techniques and local materials, minimizing environmental impact. Mud walls, stone walls, bamboo and wood roofs, and lime plasters form the structure, while discarded tires, glass bottles, and waste reinforcement are ingeniously repurposed into functional components. By embracing principles of recycling, reusing, and upcycling, the Mud House not only reduces waste but also celebrates the cultural authenticity of the region.
In conclusion, the Mud House stands as a testament to the harmonious coexistence of architecture and nature, providing a sustainable sanctuary amidst the beauty of the forest.
La Casa de Barro representa un refugio ecológico en el corazón de un bosque, mostrando un profundo compromiso con la conciencia ambiental a través del uso de materiales naturales, diseño biófilo y principios de climatología pasiva. Situada en las afueras de Mumbai, India, esta casa de campo se integra perfectamente con su entorno, rindiendo homenaje a la flora y fauna existentes. Inspirado en formas orgánicas encontradas en la naturaleza, el diseño crea una experiencia inmersiva, transportando a los visitantes a un exuberante espacio al aire libre bajo un dosel natural.
El recorrido por la Casa de Barro comienza en un patio abierto inundado de luz natural. Los caminos de piedra conducen a las áreas de estar y comedor interconectadas, con cada espacio adornado en colores terrosos que contrastan maravillosamente con la vegetación. Elementos reciclados como botellas de vidrio y ruedas agregan un toque artístico al entorno, mientras que el juego de luz y sombra agrega una calidad etérea a la atmósfera. Las cuatro habitaciones, estratégicamente ubicadas en el borde del bosque, ofrecen impresionantes vistas del paisaje circundante.
En términos de sostenibilidad, la Casa de Barro prioriza la luz natural y la ventilación, reduciendo la necesidad de fuentes artificiales. Las paredes de barro y un techo inclinado hacia el norte minimizan la ganancia de calor y preservan el equilibrio ecológico. Los patios y pasajes que rodean los árboles existentes sirven como pozos de luz natural, iluminando el espacio y asegurando una adecuada circulación de aire. Además, sistemas de enfriamiento de bajo consumo y técnicas de ventilación mecánica derivadas de prácticas locales mantienen un ambiente interior cómodo.
La construcción de la Casa de Barro refleja un compromiso con técnicas tradicionales y materiales locales, minimizando el impacto ambiental. Las paredes de barro, las paredes de piedra, los techos de bambú y madera y los revestimientos de cal forman la estructura, mientras que los neumáticos desechados, las botellas de vidrio y los refuerzos de desecho se reutilizan ingeniosamente como componentes funcionales. Al abrazar los principios de reciclaje, reutilización y revalorización, la Casa de Barro no solo reduce los desechos sino que también celebra la autenticidad cultural de la región.
En conclusión, la Casa de Barro se erige como un testimonio de la armoniosa coexistencia entre la arquitectura y la naturaleza, proporcionando un santuario sostenible en medio de la belleza del bosque.